Mi productividad escribiendo deja mucho que desear. Tardé ocho años en dar con la forma de mi primer y único libro de viajes Biólogo en salsa verde, y después de este récord de caracol ya no pienso hacer nada con prisa. Así, cuando alguien me pregunta si habrá algún otro libro levanto un ceja y pongo cara de esfinge, como que no va conmigo, mientras pienso en la manera de zafarme cambiando de tema.
De momento, estoy en el disfrute de lo logrado. Y eso es precisamente lo que hicimos este verano en el Centro Riojano de Madrid, un lugar con 120 años de historia, donde nos acogieron con una hospitalidad de 10 (con vino y chorizo de la tierra incluidos). Por presentaciones así, doy por bien empleado el tiempo que dediqué al libro todos estos años.
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La presentación en tiempos del COVID: distanciamiento. Foto: Centro Riojano de Madrid.
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En la mesa, preparados, listos... ¡ya! Foto: Centro Riojano de Madrid. |
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Mi turno de palabra contando las aventurillas selváticas. Foto: Centro Riojano de Madrid. |
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Dedicando el libro a un amable octogenario. Foto: Centro Riojano de Madrid. |
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Junto al presidente del Centro, José Antonio Rupérez (Izda.) y a mi amigo Alejandro Lerena (Dcha.) que me presentó en este lugar que conoce bien. Foto: Centro Riojano de Madrid. |